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Las chicas no entendían nada y Magnus estaba al tanto de todo.
-Si, si todo eso de la luz es una preciosa historia, pero ¿Qué pintamos nosotras? ¿Por qué estos sueños tan raros?
-Aún no he terminado – dijo cortando a Luna - ¿Me dejas continuar?
Luna asintió con su cabeza.
-Bien. Como iba diciendo…
“Los últimos cuatro reyes que poblaron la Tierra fueron asesinados para poder arrebatarles los cofres que guardaban celosamente los cuatro signos. Éstos signos estaban representados por piedras preciosas las cuales guardaban los grandísimos poderes que estos reyes poseían. Así por ejemplo el Rey del Signo de Agua, representado por el zafiro, podía controlar dicho elemento, así como los océanos, ríos, la lluvia e incluso toda criatura viviente en el medio acuático podía llegar a ser su aliado. El Rey del Signo del Fuego, representado por el rubí, controlaba el fuego a su antojo, podía llegar a evaporar o hervir toda el agua del planeta, hacer reventar un volcán, derretir el hielo de los polos y su más preciado ancestro era el dragón. Por otra parte está el Rey del Signo de la Tierra, representado con la esmeralda, cuyos poderes llegaban a ser de tal magnitud que podían provocar terremotos, corrimientos de tierra y alzamientos de nuevos sistemas montañosos. Y por último el Rey del signo de Aire representado por el lapislázuli , quizás el vital para la supervivencia del resto, el que da la vida y también quitarla, el más vulnerable. Podía controlar los fenómenos atmosféricos y si se le enfadaba, podía provocar una tormenta tan brutal que la vida en la Tierra acabaría en una fracción de segundo.”
-Vaya –dijeron en susurros Evelin y Miley mientras leían el libro que tenían en sus manos.
Asombrada por lo que leía, Evelin se levantó de la silla y dio una vuelta por la gran biblioteca para desperezarse. Salió y se lavó la cara en el baño. Después volvió a su asiento tomando entre sus manos el gran libro que había encontrado en aquella misma biblioteca del campus y dio un trago a su botella de agua antes de continuar leyendo.
"Por suerte estos cuatro reyes eran bondadosos y solo utilizaban sus poderes para alejar el mal y proteger a sus gentes. Como bien hemos comentado, estos reyes cayeron en una trampa al dejar desprotegidos cada uno de sus signos.Fueron asesinados por Astaroth, que ansiaba el poder de Los Cuatro Signos de la Luz desde su más tierna infancia, cuando su padre, Thanatos, fue desheredado de uno de Los Cuatro Signos, al usar su poder para beneficio personal. Cuando cumplió dieciocho años, reunió a un gran ejército y realizó su malvada azaña. Por lo tanto el legado de estos reyes injustamente asediados, quedó perdido en aquel mismo instante… Sus futuros hijos o los que tenían por entonces no pudieron heredar el poder de Los Signos. Ahora que Astaroth tiene en su poder las cuatro piedras que representan a Los Cuatro Signos de la Luz, se vuelve cada día más poderoso, inmortal… Está esperando el momento en el que los planetas se alineen. En ese preciso instante se abrirá una puerta espacio-temporal y aprovechará ese instante para traer a su padre de vuelta al mundo de los vivos con ayuda de las piedras y así devolverle el poder que le fue arrebatado. Pretende sumir al planeta en una oscuridad eterna”
-Que dibujos tan bonitos –decía Miley mientras acariciaba las páginas del gran libro manuscrito- ¿Cómo lo has encontrado?
-Estaba buscando un libro de Arte Renacentista cuando lo vi… Era tan distinto a los demás que no pude por menos de cogerlo y echarle un vistazo.
-¿Sabes? Te parecerá una estupidez por mi parte, pero… Parece tan real lo que cuenta este libro…
-Si, yo también lo he notado – dijo con cara de ensoñación Evelin.
-Evelin, Miley, vamos a llegar tarde.- gritó una compañera de su clase.
-Vamos o el señor Stanley no nos dejará entrar en clase – dijo Miley guardando el libro en su mochila.
Mientras tanto en la cueva de hielo:
-Pero eso es terrible… Si el mundo se sume en la oscuridad, será imposible la vida… morirán los animales, las plantas, las personas… ¿Hay algo que pueda evitarlo? – dijo asustada Sophie
-Si, hay algo para evitarlo, más bien, vosotras y alguien más... – dijo misterioso Magnus.
-¿Nosotras? – dijo Luna
-Si – sentenció Magnus. – Para eso habéis tenido visiones. Y esas “alguien más”… no creo que tarden mucho en aparecer…
-¿Hay más personas que hayan tenido nuestras visiones? – dijo Sophie con un tono de pánico y de incredulidad en su voz
-Exacto, pero ellas, no tendrán visiones, de eso estad seguras – dijo con una pícara sonrisa Magnus. – Un viejo amigo de mi colección de libros las harán venir a nosotros – sonrió de manera muy dulce.
Por suerte las horas de clase pasaron rápidas y el timbre dio la señal de la hora de comer. EL comedor estaba hasta los topes y tan solo quedaba una mesa libre en una esquina. Miley y Evelin se sentaron satisfechas ya que así podrían volver a sacar el libro y leerlo una y otra vez. Estaban fascinadas, jamás habían visto un libro como aquel en sus vidas.
-¿Cómo lo llevas? – preguntó de repente Miley a su amiga.
-¿Cómo llevo el qué? – dijo disimulando Evelin.
-Eve, sabes perfectamente de lo que te estoy hablando. No puedes seguir así. Joe al menos no te engaño con otra. Yo no le guardaría rencor…
-Pero Miley, lo que más me duele es que no noté que se sintiera mal conmigo – decía mientras pasaba las hojas. – En parte ha sido culpa mía. Desde que empezó el curso, he estado más pendiente de mí misma que de nuestra relación… Es lógico que quiera irse de mi lado… - dijo con voz triste
Su mano se había detenido en uno de los dibujos del libro. Lo miraba ensimismada.
-Mira el lado bueno. –Miley intentó animar a Evelin– Ahora podemos salir más rato las dos, de compras, hacer novillos, viciarnos con el equipo de baloncesto… - dijo saludando y guiñándole un ojo a Mark, el capitán del equipo. A este gesto Evelin rio con ganas – Lo ves, de ahora en adelante vamos a pasarlo genial…
Ahora Evelin no atendía a lo que su amiga le decía.
-¿Evelin? ¿hola? –paso su mano por delante de la vista de Evelin que no apartaba sus ojos del libro - ¿Se puede saber que mosca te ha picado?
Miley giró su cabeza hacia el libro y ella acabó tan cautivada como Evelin. No podía ser cierto. Se acercó más para observar el dibujo.
-No!! – dijo asombrada - ¿Pero que demonios…? Conozco a estas dos chicas… - dijo asustada
-Yo también las conozco, creo haberlas visto en el campus.- dijo Evelin.
Ahora ambas miraron a las otras dos mujeres que componían el grupo. Miley dio un gritito al ver sus rostros.
-So… som… som….
-¿Somos…? – dijo Evelin
-Somos… -Sentenció Miley –Esto… esto debe ser una broma. ¿Verdad Evelin?... Si, esto debe ser una broma muy pesada…
-Solo hay una forma de averiguarlo.
Las dos chicas se dirigieron rápidamente a la biblioteca, justo al estante donde el día anterior Evelin había encontrado el libro. Buscaron cualquier indicio, algo que les hiciera salir de dudas de si alguien las espiaba o querían gastarles alguna broma. Se tiraron una hora buscando pero no encontraron nada.
-Negativo Miley, no veo nada raro. – dijo rendida Evelin.
-Eh!! ¿Qué es esto?
Miley tiró de un libro semejante al que tenían en sus manos. El suelo comenzó a temblar, haciendo que los libros cayeran al suelo y las estanterías se desplomaran.
-Terremoto!!! – gritó la bibliotecaria – salid del edificio!! Rápido!!!
Miley y Evelin se cogieron de la mano para no separarse mientras intentaban salir. Dos estanterías cayeron cortándoles el paso cuando se giraron otra dos estanterías hicieron los mismo dejándolas acorraladas. El techo se resquebrajaba. Justo en el momento en el que el techo se hundía encima de ellas el suelo se abrió tragándolas.
No se escuchaba nada. No se sentía nada. Tan solo frio y una luz cegadora que impedía que ambas chicas abrieran sus ojos. Miley sacó su aerosol para no ahogarse con el polvo que había tragado de los escombros.
-¿Evelin? ¿Estamos muertas? – dijo asustada Miley mientras miraba a su alrededor - ¿Esto es el cielo? ¿Hace un poco de frío no?
Evelin tocó las extrañas paredes blanquecinas. Dio un respingo al notar que estaban heladas.
-¿Dónde estamos? – dijo en un suspiro.
Comenzaron a andar sin rumbo fijo.
-Ya están aquí – dijo Magnus abriendo sus ojos y dirigiendo su mirada a Luna y Sophie.
Estaban intrigadas. ¿Quiénes serían aquellas chicas con las que iban a compartir su destino a partir de ese momento? Las recién llegadas hicieron a su aparición en la gran sala donde se encontraban Magnus , Sophie y Luna. Estas dos últimas se giraron para ver a las nuevas. Sus caras cambiaron de la preocupación a la sorpresa.
-¿Evelin? ¿Evelin Hale? – dijo asombrada Sophie
-Y Miley All… - dijo con el mismo tono de voz Luna.
Las otras dos chicas también se quedaron asombradas al ver allí a Sophie y a Luna, las dos chicas que habían visto en uno de los hermosos dibujos del libro… sobre todo al ver al apuesto hombre del que el famosísimo libro hablaba…
-Magnus… - habló para sí misma Evelin.
-¿Es el hombre del libro no? – le preguntó en bajo Miley.
-Bienvenidas chicas os estábamos esperando. – Magnus bajó de su trono y seguido por Sophie y Luna se acercó a ellas.
-¿Esperando? ¿A nosotras? – dijo confusa Evelin.
-En realidad, llevo milenios esperándoos a las cuatro. – ahora miró cariñosamente a las cuatro jóvenes.
Sus miradas eran de incredulidad. Quizás miedo a lo que pudiera ocurrir a partir de ahora.
-Pero… ¿esto es verdad?, ¿Estamos vivas? – pregunto confusa Miley
-Tan cierto como que cada mañana sale el sol…. Eso de momento – se rio de su propio chiste.
-Entonces, el libro… todo lo que cuenta… Es cierto… Y los dibujos…
-Exacto. Supongo que ahora que habéis leído mi libro, mi diario… no tendré nada que explicaros. Vosotras cuatro tenéis un cometido, un gran futuro os espera... Sois las elegidas para recuperar Los Cuatro Signos de la Luz y devolvérselos a sus legítimos dueños… Pero primero comencemos vuestra formación como Guardianes. Son muchos los peligros a los que os vais a enfrentar. Astaroth es casi invencible con las piedras en su poder… Si queréis recuperarlas, deberéis aprender a controlar los cuatro elementos y los poderes que conllevan… Para ello debemos encontrar primero a los Reyes…
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